Tuvo que levantarse un poco más temprano que de costumbre, pues hoy su había bastante que hacer en las cocinas, y su madre requería que fuese por ella a conseguir unas especias, entre otras cosas, y había una gran lista de mandados pendientes. Llevaba también unas frutas para el viejo Tom, porque ni él ni su esposa podían ir por ellas. A Shane le gustaba ir allí, a la última casita ubicada en la avenida principal, porque al menos la señora de Tom siempre lo enviaba de regreso con algún postre. Luego de completar aquella lista aparentemente infinita, tendría que ir por la pequeña Shell a la escuela, poco antes de la hora de almorzar, dado que el resto de los jóvenes Rowe se quedarían un poco más tiempo ahí. Tenían un partido de soccer o algo por el estilo. Shane tenía la impresión de que lo que ocurrió en realidad fue que habían hecho alguna tontería y en castigo, los hacían quedarse más tiempo. En fin, no sería él quien los delatase, ni tampoco los iba a regañar más. Después de eso, le quedaría algo de tiempo para bajar a la playa antes de tener que irse a clases.

Pero aquel perfecto itinerario se vio interrumpido. No por algún suceso fatídico, no, sino más bien por una jovencita, que quizás tendría la misma edad que él. Tomó a Shane completamente por sorpresa, y su cerebrito tardó un poco en procesar: aquello podría tomar tiempo de más, lo que se traduciría en que probablemente se quedaría sin ir a la playa. Soltó un suspiro. —Err, sí, no hay problema.— Sonrió ampliamente. Al fin y al cabo, siempre se le hacía difícil decir que no.

Apenas aceptó la entrevista, la chica comenzó a explicarle de qué iba todo el asunto. Le hubiera gustado preguntar por el origen su nombre, pero sólo alcanzó a soltar un “mucho gusto” justo antes de que ella dijese que venía de parte de “Travel Around Panem”. Shane no era muy partidario del Capitolio, pero al fin y al cabo se sintió importante por que le estuviesen entrevistando. Asintió cuando ella dijo que no había problemas si no quería responder. —Perfecto— Y correspondió la sonrisa. Aunque lo más probable es que no hubiesen preguntas demasiado personales, así que no tendría problemas para contestar.

Obediente, se sentó junto a ella y se preparó para escuchar lo que tendría que responder. Char dejó ir un grupo de preguntas mientras Shane se hacía a la idea de cómo responder a cada una. No le complicaba revelar su nombre, a decir verdad. Además, su padre, como mentor, era bastante conocido dentro del distrito.

Cuando fue su turno de responder, se aclaró la garganta un segundo, y comenzó: —Me llamo Shane, Shane Rowe, y tengo diecinueve— Eso de que cómo era su vida en el distrito no se le ocurrió cómo responder, así que pasó a la siguiente. —Mamá tiene un restaurante, papá es mentor del distrito. Tengo...— Se detuvo un momento, pensando en su hermano pequeño; a él no podía contarlo ahora. —Somos cinco hermanos, yo soy el mayor. Ellos van a la escuela todavía, yo trabajo en las mañanas y voy a clases vespertinas.— Tomó aire. Ahora sabía más o menos cómo responder la pregunta que faltaba.

—¿La vida en el distrito cuatro? No es muy complicada, cada uno hace lo que tiene que hacer y ya. Tampoco es que ocurra mucho, pero me gusta que la gente de aquí sea trabajadora, y también que la mayor parte de nuestro tiempo libre lo pasemos en la playa— Se encogió de hombros, sonriendo. Sí, definitivamente, la playa era su lugar favorito.

Estiró un poco las piernas y miró expectante a Char. Ya iba tomando el ritmo a esto de la entrevista.

Responder aquella encuesta no era nada de difícil, además de que Shane se sentía cómodo hablándole a aquella chica; quien sabe por qué. Quizás era el carisma que ella tenía.

Habló de su familia, de su vida y también un poco del distrito en sí. Y la playa, no podía faltar, claro que no. Charlene pareció sorprenderse por aquello, y le preguntó si sabía surfear. Shane elevó sus cejas, sorprendido también. Asintió un par de veces. —Por supuesto— Sonrió ampliamente, tragándose las ganas de añadir algo más. Gracias a su madre, podría decirse que él había aprendido a nadar casi al mismo tiempo que caminar. Y ni hablar del surf.

Después llegó otra tanda de preguntas, y estas sí fueron un poco más complejas. Las escuchó todas atentamente y se tomó su tiempo para responder —Me gusta este distrito, me gusta vivir aquí, con esta gente; pero a veces desearía que las cosas no resultasen tan difíciles. No es que lo diga por mí, pero a veces… veo que hay gente que se esfuerza demasiado por un resultado que pareciera que no vale la pena— Frunció el ceño, pero no se le ocurrió nada más inteligente que decir, así que pasó a la siguiente pregunta. —¿Tradiciones? Claro, tienen que ver con el paso de las estaciones, pero creo que lo más importante aquí es la celebración que se hace a cambio de un año fructífero, abundante.— Se encogió de hombros, sonriendo. —Es bien bonito de ver, en la noche hacemos pequeñas hogueras a lo largo de todo el borde costero, y nos quedamos ahí, comiendo, bailando, bebiendo, contando historias hasta que el fuego se extinga.

Ante la pregunta de la información, se dio cuenta de que nunca antes se le pasó por la cabeza que habría algo que podían estar ocultándoles. Apretó los labios y se dispuso a contestar. Habló de los diarios que tenían, de los programas que a veces podían verse en televisión y de los anuncios directos que llegaban del Capitolio, pero no quiso preguntar si eso era todo lo que debían estar recibiendo. Al fin y al cabo, ella era una reportera.
Negó con la cabeza, no quería cambiarse de distrito, y así mismo lo dijo, aunque tampoco es que supiese mucho sobre cómo eran, o qué ocurría en el resto del Panem. —¿La seguridad? Supongo que sí, bueno, nunca hay muchos disturbios— Volvió a encogerse de hombros y terminó soltando un suspiro. Los Juegos del Hambre eran harina de otro costal. —Creo que a nadie le gusta enviar a sus hijos a lo que podría ser una muerte segura, pero como parece no quedar otra opción, lo único que se puede hacer es seguirlos y esperar que no ocurra lo peor. Supongo que al fin y al cabo, todos desean que su distrito sea el triunfador, pues por algo los niños se preparan para participar— Trató de que no se notase en sus gestos y la manera de hablar lo mucho que le desagradaba aquel evento, pero parece que no le resultó demasiado.

Las siguientes palabras de Char captaron completamente su atención, y esta vez no se tardó en responder, pues era algo que llevaba tiempo dándole vueltas. Ella ya había dicho que era confidencial, así que no se preguntó si aquello saldría —A la gente no la conozco, así que no podría decirte. Pero sí sé que el Capitolio podría hacer las cosas mucho mejor— No se entendía lo que quería, así que trató de explicarse mejor. —Según entiendo, maneja cantidades de dinero colosales, y aún con eso, es claro que los distritos no… no están en la mejor de las situaciones. — Trató de hablar de las calidades de vida, de la repartición de trabajos y de las otras tantas cosas que le parecían injustas. —… Aunque, bueno, nunca he salido de este distrito— Admitió, con la mirada gacha y cierta vergüenza. Eso era otro punto que no le parecía bien, pensaba que la gente debería tener más libertad para moverse de un lugar a otro, pero ya había hablado demasiado, así que guardó silencio, y esperó no haber molestado a su entrevistadora.

off: perdona la demora D: y la biblia que acabo de hacer. Re inventé, así que me dices si es que debo arreglar algo :3(?)