Año 1639.
Una gran fortaleza al norte de Escocia se alzaba para proteger a los monarcas de un pequeño pueblo llamado Coven situado a unos cuantos kilómetros del lugar. Pero ni siquiera los bastos muros de roca o los caballeros con armaduras de bronce y lanzas de plata pudieron hacer nada cuando después de que el rey Carlos por medio de métodos militares trató imponer a los escoceses una nuevas formas de creencias; fue entonces cuando una guerra que cubrió de sangre y muerte los muros del edificio fortificado.

Año 1818.
Robert C. Vanderbilt decidió fundar un Internado que aceptara a toda clase de personas. El año anterior su difunto hermano había luchado por una institución que le abriera las puertas al que estuviera dispuesto a traspasarlas y aprender de las ciencias científicas ya que en esos años las universidades de Glasgow, St. Andrews y Aberdeen sólo admitían hijos varones de familias nobles. Sin embargo murió de una grave pulmonía antes de poder realizarlo.
Así fue como Robert, junto a su esposa Marie, fundaron el Internado Convetry. La institución se llenó muy pronto de alumnos, pero también se lleno de criticas por sus métodos de enseñanza que no se centraban en la religión y enseñaban a los jóvenes una visión más amplia del mundo. Su decadente reputación no ayudaba a Robert y Marie a conseguir profesores que estuvieran dispuestos a enseñar. Al ver la poca autoridad que había en el lugar los alumnos fueron volviéndose mas rebeldes y caóticos, hasta el punto en el que ocurrieron extraños asesinatos que los directores trataron de ocultar. Las cosas no tardaron en descontrolarse, las autoridades intervinieron pero no se encontraron culpables de las muertes. Marie sufrió de esquizofrenia que la llevó a terminar en un hospital psiquiátrico. Robert quedó devastando ante tal hecho y decidió cerrar el internado. Dos semanas después lo encontraron muerto en la puerta de su casa sin rastros de agresión, sólo una carta anónima con terribles advertencias escritas con tinta roja.

Año 2012.
La universidad Coventry ha vuelto a abrirse gracias a Artur Vanderbilt (tatara tatara nieto de Robert) a quien le fue heredado el viejo edificio; el ha decidido retomar los sueños de sus antepasados y abrir el lugar con sus antiguas intenciones: educar a todos los chicos y chicas sin importar de donde vengan.
Las cosas se ven distintas en esta época, en la que todos las universidades aceptan a cualquier tipo de personas y dónde la sociedad universitaria anhela libertades y nuevas experiencias por lo que no es muy común que deseen encerrarse en un Internado.

Para toda regla hay una excepción; nuevos profesores y alumnos llegan al Internado Coventry para comenzar lo que sera el año mas largo de sus vidas porque no sólo vivirán experiencias universitarias...

Alguien debió decirle a Arthur Vanderbilt que debió haber hecho caso a las advertencias de la carta escrita con tinta roja.